Lagartijas de lava de Isabela. Pintorescos y menudos reptiles terrestres de hábitos diurnos, se los avista sobre la marcha en el humedal, en el bosque seco tropical, en las calas, en las playitas y esteros de orilla rocosa. El hábitat de lagartijas y lagartos viene con paisajes y miradores que evocan la teoría de la evolución darwiniana, en la zona de la reserva biológica de Puerto Villamil.  Microlophus albemarlensis, es la especie endémica de Isabela (4.800 km²), la isla de mayor superficie del Archipiélago de Galápagos, con apenas ochocientos mil años de edad geológica planetaria. Las Islas  Galápagos empezaron a emerger hace aproximadamente cuatro millones de años, a mil kilómetros de distancia del Ecuador continental, fruto de la destrucción creativa provocada por poderosas erupciones de volcanes submarinos.

La comunidad científica afirma que la migración de reptiles denominada Radiación occidental, hizo que las lagartijas de lava de Isabela provengan de sus ancestros de Isla Española, esto enmarcado en el proceso de colonización de la especie que actualmente responde al nombre Microlophus delanonis. La lagartija de lava de Isla Española se expandió a otras islas volcánicas donde, al cabo de milenios de evolución acorde a los distintos hábitats de las tierras colonizadas, con una duración de ciento setenta mil años a tres millones y medio de años, se transformaron en especies endémicas, a saber: Microlophus grayii (Isla Floreana); Microlophus duncanensis (Isla Pinzón); Microlophus jacobi (Isla Santiago); Microlophus indefatigabilis (Isla Santa Cruz); Microlophus barringtonensis (Isla Santa Fe); Microlophus albemarlensis (Isla Isabela).